6/15/2017

Me dejé llevar por estupores, por "anotar en los márgenes", por coleccionar miserables cuadernitos de apuntes. Osvaldo Lamborghini













Yo quería escribir
      Y bien
      No escribí
      Me dejé llevar por estupores, por
                  "anotar en los márgenes", por coleccionar
miserables cuadernitos de apuntes, para...
      Mañana...
      Hoy, 20 de agosto, 1980, los sucesos no
      Se han desencadenado
      Ocurrió en cambio que salí al corredor
y me crucé -y necesito hacer contacto con alguien,
      Con cualquiera para zafar de aquí-,
      Me crucé con la rubia de buenas ancas
que me hace ojitos
      Y ella me miró, dulzura,
      Dispuesta al saludo
      Pero,
              yo también la miré:
      Hay un cierto modo...
      Hay un cierto modo...
      La miré de ese  modo
      Como metiéndome en ella
      Para mirarme a mí
así la miré: De mujer
      A mi mujer.
      Le metí la palabra puto
      De un solo golpe en el corazón
      Bajó los ojos,
avergonzada y con un gesto: como si quisiera
      Esconder los pechos, aplastárselos
      Contra el esternón, y
encorvó así
la figura y
       Entró en su cuarto
       Escuché la llave
(pero yo siempre escucho y escucho llaves)
       Hoy lo hice
       Hoy me di el gusto
       Colé mi alma
       En un cuerpo
       En un puto cuerpo
       De rubia
colé un ligero estertor frío, frío
       Entre la conciencia y la vulva. 





Juana Blanco


Soy una mujer, joven, por la treintena
entendida en muchas cosas
incluso universitaria
profesora:
con un buen par de piernas
y tetas sin corpiño:
caliento a los machos,
bárbaro: así de mí hablo, puta vanidosa
...porque...
¡a tantas cosas ando fallo!
sin embargo.
No tengo pene, por ejemplo.
No tengo y no tengo.
Y no sé
si esto va en broma.
Y no sé 
si esto es 
es en serio.

Yo me llamo Juana Blanco,
Soltera y con...
con mis menstruaciones
y con todos esos hormigueos
que van de las uñas pintadas de los pies
el depile sobaco y la pintura
hasta las milagrosas, sí milagros
jaquecas justo en el momento de acabar
cuando empiezo a susurrar y medio
hasta gemir
hecha una horqueta debajo del tipo,
sea
sea que me la den
por adelante o por el culo:
por atrás.
Zonas, en fin
          zonas erógenas si así se dice
¿para qué echar panes?
la verdad no tengo:
hormigueos entonces,
hormigueos por todo el cuerpo.
Hormigueros.
y las hormigas me van a comer
toda la carne hasta los huesos.
Por mi culpa. Por hacer mientras me maquillo
mohines frente al espejo.
Por yegua y por caliente.

Yo me llamo Juana Blanco
y es mucho demasiado,
lo que me pajeo. Pero, 
no puedo remediarlo.
     Me encanta estar echada
y yo solita dármela.
Miro el techo y primero susurro
ronroneo, así empiezo,
y en el cúlmine después jadeo.
También sueño ensueño
en pleno día a veces
(¡esos sí que días plenos!)
Antropóloga, profesora de His
-¡vaya Historia!- me cago sin embargo
me recontracago en los tres mundos
en Oriente y Occidente
en las deres, el centro y las izquierdas
pacíficas o frenéticas guerrilleras.
juana Blanco yo me llamo,
vengo de una
                     - así se ortiva,
me meo por el lunfardo- familia
buena por el apellido y por los mangos,
una familia de la alta
burguesía argeninoide.
(Sarmiento: "Argentino es anagrama de ignorante")

Pero, cuándo no, fue Macedonio
-yo me llamo Juana Blanco-
el que dijo al enterarse del pegol de Uriburu,
"Corremos peligro de que" -¡este deque,
digo yo!- "en los manuales psiquiátricos cambien
la designación de mongoloide.
Ahora en su lugar pondrán, saben,
argentinoide". las espadas salvadoras son,
aunque un sorete me importan, neuronas muertas.
Con ellas valúa y transvalúa
el economista demente
y así, 
aunque me cago con mi culo
por tantas porongas siempre abierto,
así el loco de la economía
y el paquete armado con sus neuronas muertas,
así construyen el infierno.
Yo no soy pobre.
El cono Sur, la tortura y el hambre
y las ejecuciones y las boletas,
Latino
América,
           todo esto me divierte.




Osvaldo lamborghini.
Poemas 1969-1985.
Sudamericana.



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